LA MENTE LO PUEDE TODO, SOLO HAY QUE APRENDER A PROGRAMARLA
La persona que es negativa, que piensa siempre en el fracaso y constantemente está prediciendo derrotas, adivina, acierta y alcanza lo que, sin duda ninguna, quería evitar.
¿Qué le está pasando? Está haciendo control mental negativo. Sin saberlo está atrayendo hacia sí lo que a buen seguro querría eludir.
Esa es una programación negativa y con frecuencia es la que el mundo nos enseña; pero existe un tipo de programación muy distinta que nos permite alcanzar objetivos elevados, nobles y reconfortantes, es la Programación Positiva.
¿En qué consiste la programación positiva? En dar información a nuestro cerebro con pensamientos, palabras e imágenes positivas cuando nuestra mente está relajada y en un nivel especial que llamamos Alpha.
En estado Alpha nuestra mente tiene un diferencial energético muy elevado, que nos permite alcanzar nuestro propósito con facilidad, si la sabemos programar adecuadamente, lo que nos permite alcanzar nuestros objetivos.
¿Cómo se logra? Aprendiendo a aplicar técnicas mentales, escalonadas por orden de menor a mayor dificultad, que nos hacen alcanzar cualquier objetivo de interés para nosotros o para los demás, lo que nos da cada vez más confianza en nosotros de cara a la realización de nuestras mejores aspiraciones sin ninguna restricción, salvo la de ser positivos.
ESTE PODER SE PUEDE DESARROLLAR PARA:
Las estadísticas hablan de pacientes que sometidos a un fuerte estrés durante un período de su vida, llegaron a generar la enfermedad del cáncer.
Hoy más del 50 % de los cánceres se curan con la cirugía y los continuos progresos de la farmacología. Sí, ¿y el otro 50% se tiene que resignar a sucumbir bajo la temible enfermedad? No señor, tiene la Programación Positiva y la Visualización Creativa.
¿Qué es la Visualización Creativa? Una vez en el nivel Alpha de la mente, visualizarse superando el problema y, para el caso del cáncer, usamos el método de los doctores Stephanie y Carl Simonton. Estos hermanos, psicóloga y oncólogo, enseñan al paciente de cáncer a visualizar su tumor como un volcán que fabrica y expulsa células negras (células cancerosas), a sus linfocitos blancos, como fagocitos que buscan y eliminan esas células negras, ayudados por otros linfocitos amarillos (imaginación del tratamiento adecuado) hasta eliminarlos por completo.
Pero no sólo en el sistema médico-curativo, sino también en el médico-preventivo, a través de la observación directa de cómo están nuestros centros energéticos o chacras y la posibilidad de cargarlos y/o armonizarlos para que ejerzan su función y no nos permitan perder energía ni enfermar.
La fe en el médico y la fe en el fármaco (o tratamiento psicológico alternativo o complementario) es “conditio sine qua non” en toda curación, como lo demuestran hasta la saciedad los estudios científicos del efecto placebo..
¿Qué puede hacer el paciente con una depresión, un ataque de ansiedad, una fobia impediente, etc…, además de acudir a la medicina, a la psicología y a la farmacología? Aprender los ejercicios del Desarrollo del Poder Mental, que le van a desarrollar facultades que todos tenemos en nivel Alpha, para con la mente lograr ir escalando metas, desde lo muy fácil a lo menos fácil, hasta la eliminación del problema.
De este modo tu curación no depende sólo del fármaco o del especialista, sino que, y de una forma muy determínate, de tu capacitación mental, lo que aumenta tu autoimagen positiva de ti mismo y te fortalece de una forma inconmensurable para el futuro.
Y nuestras posibilidades, ¿cómo son? Reducidas, muy reducidas… ¿Tan reducidas de verdad?
Para el que cree en el inmenso poder de la mente nuestras capacidades se dilatan hasta fines insospechados: yo con mi mente puedo llegar tan allá como quiera, sólo tengo que saber programarla para conseguir cualquier objetivo.
Cuesta creer esto al que es negativo y no se convence hasta que lo experimenta; pero puede aceptarlo, como hipótesis de trabajo, cuando se trata de temas personales de uno mismo y cuestiona muy en serio su capacidad para ayudar a los demás, como, por ejemplo, a un miembro de su familia.
Tu capacidad para conseguir es la misma, si bien en tus intenciones personales hacia ti, manejas todas las variables; en cambio al tratarse de otra persona, hay variables que no puedes cambiar directamente, pero si indirectamente cuando se trata de un bien para ella.
Lo que hacemos por los demás, siempre nos resulta gratificante, porque aunque no consiguiéramos lo que pretendemos, nos sentimos bien con nosotros mismos porque lo que hacemos a los demás, nos lo hacemos a nosotros mismos.
EN QUE CAMPOS PUEDE TENER ÉXITO:
Esta carrera, a veces, se hace pesada y nos cansa; hay otras, en las que tropezamos y caemos… Son pocos los esforzados que, con entreno y tesón, llegan a la meta como triunfadores, a pesar de que sabemos que hemos venido a vencer obstáculos y a crecer superándolos.
El aceptar de buen grado las pruebas que la vida nos tiene reservadas y el considerarlas como indispensables para nuestro crecimiento, ya es un primer paso importante y un signo evidente de buen pronóstico.
El segundo será el superarlas con la Programación Positiva, de la que ya hemos hablado en el apartado anterior. Y hay un tercer paso, nada desdeñable y muy reconfortante: superando obstáculos aumentamos nuestra autoestima, nos volvemos seguros de nosotros mismos y crecemos mental y espiritualmente.
¿Por qué los consediramos inalcanzables? Porque creemos que están más allá de nuestras posibilidades; pero de verdad ¿están fuera de nuestras posibilidades?…
No hay nada fuera de nuestro alcance: si para lograr un objetivo se necesita una preparación previa que no posees, proponte metas sucesivas en que la primera sea el conseguir esa preparación. De este modo, paso a paso, te irás acercando a tu objetivo final.
Hay objetivos como, por ejemplo, los de la salud, que sólo nos proponemos cuando la hemos perdido; pero, aún así, siguiendo los avances de la medicina, que siempre nos abre una puerta a la esperanza, por mínima que ésta sea, de tener fe en ella y programarte para alcanzarla a perder el control de ti mismo y darte por derrotado, hay un abismo.
Estás a tiempo de entrenarte proponiéndote objetivos fáciles; después, menos fáciles y, por último, los que antes considerabas imposibles y te persuadirás de que las posibilidades que tenemos de levantar cada vez más alto el listón de nuestras capacidades crece de forma casi ilimitada.
Ese entreno se realiza con la Programación Positiva de la mente en estado Alpha, de la que te hablé en el apartado I.
Sólo tienes que aprender a entrar en el nivel Alpha de la mente una y otra vez, a permanecer en ese estado a voluntad el tiempo que sea necesario y a esperar con calma, sin poner fecha de caducidad a tus programaciones y sabrás por ti mismo lo que tu mente es capaz de conseguir.
No te extrañes, es condición humana; pero no se te ocurra pedir un consejo a cualquiera, porque como no le va ni le viene, puede aconsejarte erróneamente y con ello generar en ti más inseguridad.
Lo tienes fácil, aprende a entrar en estado Alpha de la mente, que es donde está mejor amueblada y donde puede percibir por otros sentidos más sutiles y captar longitudes de onda que no detectan ni la vista, ni el oído, ni el olfato, ni el gusto ni el tacto.
Entra en el nivel Alpha y medita detenidamente sobre todos los pros y todos los contras que conozcas acerca del camino emprendido, acerca de la conveniencia de continuar en él o de cambiar el rumbo y muy pronto sabrás a qué atenerte, coincida a no con lo que opinen los demás, y síguelo con determinación y acertarás.
El que cree en la suerte y la invoca con frecuencia, muy pronto advierte que es caprichosa y fluctuante… ¿Por qué?… Porque no existe, porque todo es contingente, porque todo obedece a una causa, porque la casualidad no existe, porque todo es por y para un fin, es decir, es fruto de la causalidad.
Nuestras acciones, nuestros deseos, nuestros dervelos persiguen un fin, una meta; pero, a veces, erramos los medios adecuados para alcanzarla; en otras, la misma meta propuesta es inadecuada.
¿Qué hacer ante la duda? ¿Cómo actuar para no errar el tiro?… Una vez más la Programación Positiva nos centra en la meta ideal y en los medios eficaces para alcanzarla, ya sea ésta una meta económica, laboral, afectiva, familiar, etc…
Pero, la meta verdadera, la meta trascendente, la meta final, la que resume todas las metas…, ¿la sabemos?…¿Conocemos de verdad quiénes somos, para qué venimos y por qué estamos en este mundo?
Pues no, no lo sabemos. ¿Por qué? Porque nacemos dormidos, crecemos y estudiamos dormidos, nos casamos y tenemos hijos dormidos y corremos el riesgo de dejar este mundo sin enterarnos de que aquí estamos para algo; pero, para algo muy importante, tan importante que sólo lo podemos hacer nosotros mismos.¿Qué es? Superar obstáculos y allanar el camino que nos conduce a la meta.
Al superar obstáculos nos fortalecemos, cogemos confianza en nuestro poder y alcanzamos las metas sucesivas que nos vayamos proponiendo y esto es, ni más ni menos, que crecer física, psíquica y espiritualmente.
Pero la pregunta es: ¿Yo puedo ayudar a los demás? Y la respuesta es: Sí, y en cualquier necesidad, en cualquier circunstancia y en cualquier problema.
Cuando sepas programarte a ti mismo, también sabrás programar a los demás para que superen lo que desean superar, para que alcancen lo que desean alcanzar, para que acierten en lo que desean acertar, para que consigan lo que desean conseguir.
Te digo más: No conozco una fórmula más eficaz para ayudarse a si mismo que ayudando a los demás. Hay legiones de personas que alcanzaron la cima ayudando a sus semejantes, tanto en el mundo de las letras, de las artes, de las ciencias como el de las religiones. Sin duda, hay una justicia distributiva: tanto das, tanto recibes.
¿Qué piensas de ti?
¿Cómo ves lo que te rodea?
Si lo que tú temes que suceda acaba sucediendo…
Acepta que lo que piensas crea efectos tangibles en tu vida y rechaza todo pensamiento negativo.
IDEAS BÁSICAS A TENER EN CUENTA:
2.- Las ondas Beta, a 20 ciclos de circunvoluciones por segundo, conforman el estado de vigilia en el que hemos aprendido todo lo que sabemos.
3.- Las ondas Alfa, a 10 ciclos aproximadamente, nos abren las puertas de otras capacidades, que todos tenemos en potencia.
4.- También con las ondas Theta, entre 4 y 8 ciclos aproximadamente, podemos aprender a profundizar en esas capacidades.
5.- Sólo con las ondas Delta, entre 0,5 y 3,5 ciclos, no podemos hacer otra cosa que dormir profundamente y soñar.
6.- Todos tenemos unas facultades cuando nuestra mente está en el nivel alfa, que nos permiten alcanzar todos los objetivos que seamos capaces de programar, con la única condición de que sean positivos.
7.- Este nivel se consigue fácilmente, aprendiendo a relajarse a voluntad y a permanecer en él mientras programamos nuestra mente con palabras y/o con imágenes.
8.- Este desarrollo de facultades, que, repito, todos tenemos en potencia, que nadie nos había enseñado hasta ahora, comporta una capacitación mental de tipo espiritual (no religioso, aunque es compatible con cualquier creencia y también, con ninguna).
9.- Los objetivos a conseguir no se reducen a mi salud, a mi familia y a mi economía, sino también a “mi” empresa y a la sociedad.
10.- La empresa deja de ser “el negocio del Jefe”, para convertirse en el medio en el que me siento realizado como persona y en el que me siento útil ejecutando acciones de gran provecho para mí y para los demás.
11.- Se calcula que sólo un 3% de la población trabaja en lo que le gusta, por lo que la cantidad de gente que está frustrada es enorme. Lo primero que hay que conseguir es “sublimar” nuestro trabajo y, por muy modesto que sea éste, hemos de tomarlo como un servicio a los demás.
12.- El sentido trascendente del trabajo es algo imprescindible para que mi profesión se convierta en algo que me aproveche para “aquí” y para “allá”, que es el lugar de dónde procedo y al que retornaré.
13.- Con esta forma de actuar me convierto en responsable de la buena marcha de la empresa, como si ésta dependiera sólo de mí, lo que redundará en mi beneficio y en el de los demás.
14.- Mi mente, en estado alfa, tiene unas capacidades increíbles para generar nuevas ideas, intuir soluciones y poner remedio a tiempo a las dificultades que surjan en la fabricación, en el control de la calidad de los productos y en la distribución de los mismos ampliando la cartera de pedidos.
15.- Con estas capacidades, que todos tenemos en potencia, yo no me propongo ascender a codazos, mirando egoísticamente mis intereses, sino que estoy persuadido de que no hay fórmula más infalible para ayudarme a mí mismo que ayudando a los demás y haciendo labor de equipo.
16.- En definitiva, no son conceptos abstractos, sino vivencias que nos cambian la vida, nos capacitan y nos forman.
– Nos capacitan porque nos habilitan para hacer uso de nuestra mente de una forma especial, que nos permite levantar muy alto el listón de nuestras capacidades en los terrenos personal y profesional.
– Nos forman porque nos enseñan a hacer realidad todas nuestras aspiraciones y a sentirnos, ya antes de conseguirlas, en el camino del éxito y con la seguridad de que las vamos a alcanzar.
– Con ello conseguimos estar a bien con nosotros mismos y con los demás, lo que aumenta nuestra autoestima, que está en la base de todo éxito